Leo en EL PAÍS del martes que Joan Saura ha impulsado un programa integral
contra la violencia. Digo violencia, pero debería decir violencia machista
para ser fiel a sus palabras. Precisamente, Saura ha explicado que uno de
los objetivos que tiene su departamento es sustituir el concepto de
violencia doméstica por el de violencia machista. De este modo "se incluirán
otro tipo de malos tratos (violaciones, mutilaciones genitales o matrimonios
forzados) que algunas mujeres sufren en los ámbitos familiar, laboral,
social o de pareja". En la noticia leo también que el perfil de la víctima
responde al de una mujer de entre 11 y 20 años de nacionalidad española;
mientras que el agresor potencial es un varón de entre 21 y 40 años.
Noten que en la información se da a conocer la procedencia del perfil de la
víctima, pero no la del agresor potencial. Y cuando ocurre esto,
inmediatamente piensas en la posible razón. Será (te dices) que la
procedencia de los agresores no es española como la de las víctimas y, por
tanto, sería incorrecto destacarla. Vivimos en un mundo en el que decir que
un agresor potencial es, por ejemplo, chino, latinoamericano o de países
musulmanes no es adecuado. (Sí lo sería si el agresor potencial fuese
catalán, francés o norteamericano).
Pero está muy bien que Saura quiera dejar de usar el término violencia
doméstica, porque es ridículo e inexacto. La violencia entre dos personas
que han tenido o tienen una relación sentimental, pero que se da en la
calle, en una discoteca o en un avión no puede ser doméstica. Para que lo
fuera debería ocurrir dentro de casa.
Llamarlo violencia contra las mujeres aún es peor porque estos delitos no
sólo se dan contra nosotras. También hay homosexuales que sufren malos
tratos y abusos por parte de sus parejas. Pero llamarlo violencia machista,
como propone Saura, para -según dice- poder incluir delitos como
"violaciones, mutilaciones genitales o matrimonios forzados que algunas
mujeres sufren en los ámbitos familiar, laboral, social o de pareja" también
es ridículo e injusto. Las mutilaciones genitales las sufren las mujeres.
Pero ¿acaso no son las mujeres quienes las practican? En cuanto a los
matrimonios forzados, estamos de acuerdo en que los sufren
(mayoritariamente, no exclusivamente) las mujeres, pero ¿acaso no se
encargan también de negociarlos las madres y las abuelas de la víctima?
Parece como si las mutilaciones genitales y las bodas forzadas, que son
delitos atroces, las cometieran sólo los hombres de la familia mientras las
mujeres de la familia sufren en silencio. Y aun en el caso de que fuera así
en algún caso, ¿tenemos que quitar toda la responsabilidad a esas mujeres?
La muchacha asesinada en Francia hace unos días por haberse enamorado de un
chico no musulmán creyó que su madre la protegería de sus familiares
varones. No fue así. Su madre la dejó sola en casa para que fuesen a matarla
tranquilamente. ¿Esa mujer no es culpable de la misma violencia machista que
su marido?
Con las violaciones pasa lo mismo. Hay hombres, mujeres y niños violados. No
siempre son los hombres los que violan, aunque sea la mayoría de las veces.
El chico hindú violado por hombres de su pueblo por dejarse ver con una
mujer de casta superior, ¿sufrió violencia machista? Creo que sí, que ésta
se puede dar entre machos. Y las mujeres policía de la comisaría de Les
Corts que vejaron a la detenida desabrochándole la blusa y burlándose de sus
pechos desnudos, ¿cometieron violencia machista? Supongo que también, porque
si este abuso intolerable lo hubiesen cometido dos hombres policía habríamos
considerado que la cometían. Por tanto, la violencia machista la cometen
hombres y mujeres contra hombres y mujeres. Y entonces, si la cometemos
todos, ¿no sería mejor llamarla violencia y ya está? ¿No sería mejor
considerar cada delito como un delito individual? El chico que ha matado a
los tres miembros de su familia es un asesino. El hombre que ha matado a
hachazos a su mujer no es peor que él ni tampoco mejor. Hablar de violencia
machista incluso cuando la cometemos nosotras, las mujeres, es como estar
diciendo que si algunas de nosotras somos violentas no es porque las mujeres
seamos seres individuales, complejos y autónomos igual que los hombres, sino
porque nos comportamos como los hombres. Que es lo que me dirán algunas de
mis fieles lectoras por haber escrito este artículo.
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