jueves, enero 31, 2008

El Síndrome de alienación parental y el "otro" feminismo

 
José Ramón Viesca y María Jesús Álvarez, Presidente y Secretaria de Aequalitis Civica

- 14/01/2008, 15:21




José Ramón Viesca y María Jesús Álvarez son el Presidente y la Secretaria, respectivamente, de la Asociación Aequalitis Civica, que afronta problemas como el del maltrato, sobre todo a los niños; el síndrome de alineación parental o los problemas de la mujer en el medio rural. Ambos responden a las preguntas de EL CIEN.
-¿De qué presupuestos parte y cuales son los objetivos de su asociación?
Partimos de considerar adecuado que ambos progenitores promuevan, persigan, reclamen y desarrollen "el derecho de los hijos a ser atendidos en igualdad por ambos progenitores, incluso tras una ruptura de pareja". De este modo, los hijos disponen de dos personas para las atenciones en cuanto a alimentos en amplio sentido, educación, apoyo educativo, emocional, relaciones sociales, acometer los problemas, etc. Perciben que ambos progenitores son aptos e idóneos para todas las atenciones, no percibiendo ejemplificación inadecuada en cuanto a asunción de roles, teniendo mayores opciones a tender a reproducirlo de adultos al ver ejemplificada la igualdad real de funciones entre sexos. De igual modo, ambos progenitores pueden desarrollarse en igualdad laboral y familiarmente, sin suponer para ninguno de ellos una sobrecarga de funciones laborales y familiares.
-¿Qué es lo mejor para los niños, según ustedes?
 
Cuando existe una ruptura de pareja, se conviene que los menores, por su bien, deben percibir las menores diferencias respecto a la situación anterior a la separación, en el aproximadamente 99 por ciento de las separaciones y divorcios no se mantiene. En esa situación los menores pasan a percibir que lo adecuado es que uno de los adultos se sobrecargue de funciones, laborales y familiares, y el otro, el no custodio, sea un mero aliciente en mitad de días no lectivos.
-Eso está creando problemas para los menores y los mayores...
Si tenemos en cuenta que el 95 por ciento de las custodias son maternas, es fácil entender que se están creando bolsas de menores que perciben que lo adecuado es que la madre esté sobrecargada de funciones y el padre exento de ellas, cuestión que tenderán a reproducir.
El progenitor custodio verá mermadas sus posibilidades laborales y también las familiares, el exceso de responsabilidad y funciones le impedirá evolucionar laboralmente y familiarmente, la sobrecarga y tensión, ocasionará merma de rendimiento y calidad de las atenciones a los hijos y en el trabajo. El no custodio, al quedar exento de dichas funciones familiares, quedará mermado emocionalmente, al tiempo que su faceta laboral podrá resentirse al tiempo.
Si se asigna a los hijos la vivienda común en propiedad, el custodio dispondrá de ella, pagándola ambos si trabajan o el que percibe remuneración. Sin embargo el no custodio deberá seguir pagando dicha vivienda y aprovisionándose de otra de similares características para que los menores, en las visitas, no perciban desigualdad en las condiciones de vida. Cuestión difícil de conseguir al tener que mantener dos casas.
-¿En qué perjudica esto a los menores?
 
Recientemente se dio a conocer un estudio realizado por el Principado en que se reflejaba que los menores "que no conviven con ambos progenitores son mas proclives a consumir drogas. Existen otros estudios que reflejan una mayor tendencia al fracaso escolar, adopción de conductas no recomendables socialmente, maternidades y paternidades precoces así como otros problemas relacionados con la pérdida del referente paterno.
Del mismo modo que la mujer recibe mensajes, formación y apoyo, desde las distintas administraciones, para integrarse social, laboral y familiarmente, parece lógico que el varón recibiera similares apoyos para que la evolución sea pareja, de no ser al unísono dicha evolución existirán conflictos. Es evidente que si la mujer separada entra en unas problemáticas, el varón sufre otras, por tanto los apoyos que a él le ofrezcan deberán ser adecuados y emitidos desde organismos especializados a su problemática. Las alternativas de solución a las problemáticas de ambos progenitores deben ir referenciadas al bien del menor, y parece evidente que la fórmula es que ambos progenitores queden en condiciones similares y no parece que haya otra posibilidad que desarrollar la custodia compartida, estudiando en profundidad las distintas opciones según casos, ya que es la que beneficia al menor, a ambos progenitores y a la sociedad en general.
-¿Como se puede solucinar?
El feminismo igualitario lo representan los hombres y mujeres que promueven la custodia compartida, paradójicamente el feminismo no igualitario, el radical, el que en estos momentos pretende abanderar la representatividad de la mujer, promueve que la mujer que se divorcie vuelva a modelos de abnegación inadecuados para ella y sus hijos, promueve realmente el retorno o pervivencia de modelos familiares arcaicos, en contraposición a su otro discurso de promover la igualdad real para la mujer.
 
-¿Y como se puede solucionar el tema del maltrato en el ámbito familiar?
Parece evidente que el maltrato tanto físico como psicológico que se produce en la familia entre sus integrantes se da en todas direcciones, independientemente de sexos y edades, siendo una constante en ese maltrato la dependencia económica, emocional e incluso física. Los colectivos mas vulnerables son los mas dependientes económica y emocionalmente y es, sobre todo, la infancia, siendo su dependencia total. Por tanto, parecería lógico priorizar la prevención sobre el maltrato en ellos, sin embargo no es así. Para los menores, no existen fórmulas urgentes de resolución judicial, pudiendo durar un proceso para dirimir guarda y custodia o sobre maltrato no menos de un año, incluso varios, este extremo es considerado por algunos juristas y por el Defensor del menor como causa de presunto maltrato institucional a la infancia. No debe olvidarse que dos tercios del maltrato en ámbito familiar de todo tipo que sufre la infancia lo infringe la madre, según datos del Observatorio contra la violencia a la Infancia "Reina Sofía" y Save the Children.
Parece que a dicho maltrato casi ningún colectivo o institución lo considera prioritario. Es sintomático de en que grado de preservación está "el bien del menor", por el que se dictan las sentencias de familia.
-¿Qué es el Síndrome de alienación monoparental del que ahora tanto se habla?
Existe un tipo de maltrato en el ámbito familiar, especialmente tras una ruptura de pareja, que es la influenciación de los hijos, por el custodio y su entorno, contra el otro progenitor, generalmente el no conviviente con los menores, para favorecer que estos, con el tiempo descalifiquen y odien a esa figura. Esta situación puede producir secuelas psíquicas irreversibles que llegan a influir en la autoestima, empatía y estabilidad emocional. La terapia que se sigue generalmente es la de invertir la convivencia por orden judicial, si bien esto se realiza como curación a un daño que ya sufrió el menor y que no se previene. Los procedimientos pueden dilatarse años, con lo que, en ocasiones, la resolución judicial llega tarde, al convertirse el menor en mayor de edad y poder decidir no someterse a él. También se debe tener en cuenta que los casos graves tienden a aparecer y evolucionar en la adolescencia, con lo cual se convierte en una carrera contra reloj el detectar, denunciar, demostrar, conseguir resolución judicial y curar…
-También se está hablando mucho de las denuncias falsas de maltrato como arma arrojadiza?
La aplicación de la Ley de Violencia de Género supone que una denuncia contra el varón implica que este preventivamente es apartado de la casa e hijos. No es difícil comprender que mujeres con una "ética interesada" aprovechen inadecuadamente esta posibilidad, acelerando el proceso de separación o divorcio e inutilizando al otro progenitor para disponer de cualquier opción de participar en las atenciones igualitarias ideales para los hijos, al tiempo que consiguen otras ventajas (prioridad en VPO, ayudas económicas, preferencia en determinados puestos de trabajo, nacionalidad española si son extranjeras, etc.)
Juristas de prestigio alertan que la LVG supone una interferencia del derecho penal en los procedimientos civiles de familia, sirve para acelerar de urgencia, desde la vía penal, los divorcios y blindar los resultados de los mismos, ya tradicionalmente lesivos para los menores, padres y madres, por los motivos expuestos anteriormente. También es a reseñar que hay juristas que alertan que la imposición de penas muy elevadas a casos menos graves de violencia puede llevar a los infractores a delinquir de forma mas drástica ya que consideran que la diferencia de pena "puede" compensar.
-¿No se está privando, en estos casos, de la presunción de inocencia al acusado y se pasa directamente a la presunción de culpabilidad?
La ley priva al varón de la presunción de inocencia, debiendo invertirse la carga de la prueba, se pasa de tener que demostrar un daño para que exista una condena a tener que demostrarse la inocencia para evitarla. Existen varias cuestiones de inconstitucionalidad planteadas por juzgadores a ese respecto.
-Es  una ley mala, por lo tanto y en su opinión...
El movimiento feminista igualitario, representado por "otras feministas" que aglutinan personalidades, profesionales y colectivos diversos, estiman que la ley de violencia de género sustituye la arcaica protección y tutela de la mujer por el varón por la protección y tutela de la administración, impidiendo que la mujer realmente asuma la igualdad y capacidad de independencia que le corresponde. También alertan de que se está judicializando, o se da la opción a hacerlo, todo comportamiento en pareja que suponga discrepancia. Abogan por diferenciar claramente casos graves de los menos graves o triviales o denuncias falsas como forma de no atascar los juzgados y que la mujer que realmente precise atención judicial disponga de ella sin tener que competir con casos no urgentes o falsos.
-Hay un caso del que se ha hablado mucho, que es el de Barcelona...

Ni que decir tiene que la interposición de denuncias falsas o interesadas persiguiendo espúreos intereses perjudican a los menores al separarlos del progenitor falsamente denunciado. A éstos y a las mujeres que realmente precisan la justicia para resolver situaciones reales de maltrato.
Como evidencia de la existencia y daño de las denuncias falsas es a reseñar uno que a todos sobresaltó, el caso de Alba, la niña de Barcelona que hace algo mas de año y medio, tras una sucesión de maltratos, cayó en coma, estando bajo la custodia de la madre, por estar separados sus progenitores. Sin embargo, el primer detenido fue el padre biológico, quedando posteriormente en libertad, tras comprobarse que era una denuncia falsa de la madre para evitar su responsabilidad. El padre tardó meses en poder ver a su hija y aún no dispone de la custodia.

sábado, enero 19, 2008

«No es justo que pague por ese hijo, pero es legal»

 
 
Gijón, Albina FERNÁNDEZ

«No es justo, pero es legal». Es la postura resignada de Francisco Javier Álvarez, que vio cómo el Tribunal Supremo rechazaba un recurso de revisión de dos sentencias de sendos Juzgados gijoneses que le condenaron a pagar la pensión de manutención de un menor, A. A. L., pese a que no es su hijo biológico. «Cuando se reconoce a un chiquillo no hay vuelta atrás, firmas un contrato que es inexpugnable y aunque te sientas engañado no hay tutía», añadió el padre.

La historia de este gijonés comenzó en 1989, cuando su entonces novia le dijo que estaba embarazada, según relató en en una entrevista concedida al programa «Julia en la onda» de Onda Cero. «Nos casamos y después de nacer el niño, al cabo de año y medio o dos años de matrimonio, descubrí sus infidelidades, incluidas las del noviazgo». Fue el momento en el que Francisco Álvarez empezó a sospechar de su paternidad. Una sospecha que cristalizó poco después, cuando el matrimonio se separó. «Cuando nos separamos ella se va con otra persona y me dice que es el padre del que creía mi hijo. Me dijo que no me preocupara porque no me iba a pedir nunca nada puesto que no soy el padre. Y ahí quedó la cosa».
Pero fue por poco tiempo porque. Según su relato, aproximadamente a los tres años la relación de su ex mujer y el padre biológico de A. A. L. fracasó y ella rompió su promesa. «Las cosas no fueron a buen puerto y ella, que estaba sola, necesitaba sacar dinero de dónde fuera, por lo que me puso una demanda exigiéndome toda la pensión alimenticia del niño desde la separación».
El asunto llegó, primero, al Juzgado de lo penal número 2 de Gijón, que falló el 8 de julio de 2003 condenando a Francisco Álvarez como autor de un delito por no haber abonado determinadas prestaciones económicas del menor. Y el Juzgado de lo penal número 1 también lo condenó en relación con otras prestaciones económicas no abonadas.

Francisco Álvarez no se quedó quieto e inició otro proceso legal para demostrar que A. A. L. no era hijo biológico suyo. Un objetivo que consiguió el 14 de diciembre de 2006, cuando el Juzgado de primera instancia número 3 de Gijón, y después del correspondiente proceso civil, decretó que el Francisco Álvarez no era el padre del menor por lo que declaró la nulidad de la filiación y acordó la correspondiente rectificación en el Registro Civil.

Fue esta sentencia la base del recurso de revisión que presentó la defensa de Francisco Javier Álvarez ante el Supremo, ahora rechazado. La tesis del recurso era que las prestaciones económicas tienen que tener como beneficiarios al cónyuge o a los hijos de quien debe satisfacerla, lo que no sucedía en este caso, según la citada sentencia del Juzgado de primera instancia número 3.

La Sala Segunda de lo Penal del Tribunal Supremo rechazó el recurso porque «la inexistencia de paternidad biológica no produce efectos en la totalidad de las relaciones jurídicas existentes hasta ese momento». El fallo establece que la filiación legal del menor, «surgida en el seno de un matrimonio», quedó reflejada en el Registro Civil, «cuya realidad jurídica se mantiene intacta y con todos los efectos correspondientes», por lo que el acusado tenía la obligación de pagar la pensión por su condición de padre.

Francisco Álvarez está resignado ante el fallo del Supremo después de diez años litigando. «Estoy obligado a pagar porque soy el padre legal, pero no tengo ningún derecho sobre el hijo. No puedo pedir custodia compartida ni nada porque no es hijo mío», explicó en el programa de Julia Otero. Álvarez deberá pagar también las costas del juicio.

El niño tenía 3 años cuando sus padres se separaron y a pesar de que Álvarez sabía que no era hijo suyo, mantuvo el contacto con él hasta los 8 años. Ahora A. A. L. tiene 18 años, es mayor de edad y un protagonista involuntario de esta historia.
 

viernes, enero 18, 2008

Le condenan a pagar la pension del hijo pese a demostrar no ser el padre biologico

 
AGENCIAS. 17.01.2008
  • Le han condenado hasta en dos ocasiones por no pagar la pensión.
  • El hijo está inscrito en el registro como hijo suyo.
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El Tribunal Supremo (TS) ha desestimado el recurso presentado por un hombre, que había demostrado no ser el padre biológico de su hijo, para librarse de dos sentencias penales que le condenaron por no pagar al menor la pensión correspondiente.

El Juzgado de lo Penal número 2 de Gijón condenó hasta en dos ocasiones a Francisco Javier Álvarez por "abandono de familia" pero el acusado decidió impugnar ambas resoluciones, alegando que no era el padre biológico del menor.

El acusado tenía la obligación de prestar y cumplir el pago de la pensión por su condición de padre

Sin embargo, este hecho no le eximirá de sus obligaciones, ya que la Sala Segunda de lo Penal del TS ha desestimado el recurso de revisión de las condenas presentado por su procurador, según consta en la sentencia, en la que se indica que no todas las obligaciones que comporta la paternidad, reflejada en el Registro Civil, se extinguen por la inexistencia de paternidad biológica.

La sentencia desestimatoria concluye que "el acusado tenía la obligación de prestar y cumplir el pago de la pensión por su condición de padre", determinada esta por la inscripción en el registro de manera indiscutible "en el momento de comisión de los hechos".


 

martes, enero 08, 2008

CARTAS DE LOS EX-EXPOSOS. TOMEN MORALEJA

Querido esposo:
Te escribo esta carta para decirte que he decidido dejarte, por el bien de los dos.
He sido una buena mujer para ti estos siete años, y sin embargo no puedo decir nada bueno que me haya tocado a mi.
Estas dos últimas semanas han sido un infierno:
Hoy, tu jefe me llamó para decirme que habías renunciado al trabajo y eso fue lo último que pude soportar.
La semana pasada, viniste a casa y no mencionaste nada acerca de mi corte de pelo, ni de la comida que te hice, y estrené un nuevo camisón, pero tu, llegaste a casa, comiste en dos minutos y, te fuiste directo a la cama después de ver el partido de fútbol.
Ya nunca me dices que me amas y ni tan siquiera me acaricias.
O me estás engañando con otra o ya no me quieres.
De cualquier manera, me quiero ir y te abandono.
P.D. No trates de buscarme. Tu hermano y yo nos mudamos a Baracaldo juntos.
Que te vaya bien
Tu Ex-esposa.

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Querida Ex-esposa:
No sabes que alegría me ha causado recibir tu carta.
Es verdad que tú y yo hemos estado casados 7 años, aunque eso no significa que hayas sido una buena mujer. Todo lo contrario.
Verás... Yo veo tantos partidos de fútbol para tratar de ahogar el aburrimiento que me causan tus constantes quejas y malas actitudes.
Qué pena que no funcionó nuestro matrimonio, porque yo te amaba.
Claro que noté que te habías cortado el pelo y la primera cosa que me vino a la cabeza fue:
'¡¡¡Joder, si parece un hombre!!!'... pero mi madre me enseñó que si no puedo decir algo bueno de alguien, es mejor no decir nada.
Cuando cocinaste mi plato favorito, debes haberme confundido con mi hermano, porque yo dejé de comer cerdo hace casi 7 años.
Me fui a dormir cuando te pusiste ese camisón, porque la etiqueta con el precio todavía estaba pegada a la prenda y recé pidiendo que fuera coincidencia que mi hermano me pidiese prestados 50euros esa misma mañana cuando la etiqueta marcaba 49,99.

No obstante y como todavía te amaba, pensé que todavía podíamos resolver lo nuestro así, que cuando descubrí que había sido el único acertante de la loto de diez millones, renuncié a mi trabajo para tener todo el tiempo para ti y, además compré dos boletos para Jamaica.
Pero cuando llegué a casa, tú ya te habías marchado..
Todo ocurre por una buena razón, eso creo.

Espero que tengas la vida que siempre deseaste.

Mi abogado dice que gracias a la carta que me dejaste, no recibirás ni un céntimo, así que cuídate mucho.
P.D . Ah, no se si alguna vez te comenté esto antes, pero mi hermano,Carlos, cuando nació, se llamaba Carla.

Confío en que esto no te será un problema.
Firmado,
Rico y Libre!!!

Saludos a todos

miércoles, enero 02, 2008

Padres bajo sospecha

Pilar Rahola.-

 

Fue mi padre quien me convirtió en feminista. Ese hombre extraordinario, que siempre respetó a mi madre, que estaba dispuesto a ser el primero en levantar la mesa, en preparar la comida, en cargar con la compra, me enseñó el valor de la convivencia. Eran otros tiempos, y el comedor de casa era, para muchos, el espacio de la libertad. Desde ese comedor de casa, solidario y respetuoso, aprendí a amar la igualdad y a luchar por ella. Como tantas otras mujeres. De la generación de nuestras abuelas, que se dejaron la piel para poder votar, a la de nuestras hijas, que pueden ser presidentas, el camino recorrido es un salto galáctico: en solo tres generaciones hemos cambiado el paradigma cultural de siglos. Por supuesto, ahí estamos, con las cifras de maltrato llenando de sangre las estadísticas, con las mujeres luchando por ser las mejores en el trabajo y en la casa, y no morir en el intento. Con nuestras vergüenzas de discriminación en sueldos. Con el enorme esfuerzo que tiene que hacer la trabajadora que quiere ser madre. Desde luego, si miramos al pasado, la transformación social ha sido revolucionaria. Si miramos al futuro, la mujer está en condiciones de alcanzar todas las metas. Pero, si miramos al presente, aún dejamos demasiada piel y dolor en el intento. Y, por supuesto, si la mirada es global, la situación de la mujer destruye cualquier esbozo de optimismo. Desde la vergüenza de las mujeres esclavas en los países islámicos, a las niñas de los prostíbulos, pasando por todo tipo de violencias. Hemos andado mucho en el camino de los derechos, pero marea pensar lo mucho que falta por andar.

 
Siendo todo ello cierto, me preocupa, sin embargo, que la lucha de la mujer pueda invadir los legítimos derechos de los hombres. Para entrar en la materia más espinosa, demasiadas son las voces serias que alertan del mal uso que se está haciendo de la ley contra la violencia de género, a favor de mujeres que la utilizan para negociar patrimonio, conseguir ventajas o, directamente, fastidiar al ex de turno. De entre todas ellas, es notable la voz de la juez decana de Barcelona, Maria Sanahuja, que ha alertado reiteradamente del exceso de denuncias falsas. Los datos sobre este hecho no son claros, pero todos los sectores implicados hablan de centenares de falsedades. En cualquier caso, la casuística nos trae demasiados padres cuya denuncia falsa les ha destrozado la vida, hasta que un juez ha levantado la sospecha. ¿Realmente es tan fácil? Si un hombre acusa a su mujer de maltrato, las dificultades para llevar a puerto la denuncia son ingentes. Pero si una mujer lo acusa a él, la ley lo convierte en culpable incluso antes de ser sospechoso, y el calvario que vivirá será terrible. Es indiscutible que la ley contra la violencia de género era urgente para luchar contra esta lacra social. Pero, ¿la hemos hecho bien? Si las mujeres pueden usarla fácilmente para dirimir sus cuitas económicas o sentimentales, no solo la hemos hecho mal. Hemos convertido la lucha por la justicia de las mujeres, en una forma de injusticia para los hombres. Demasiados padres que no pueden ver a sus hijos, demasiados que cuelgan de la percha de la sospecha, demasiados que ven dilapidado su patrimonio, más allá de sus obligaciones legales.

La lucha de la mujer por la igualdad nunca puede ser la coartada para otra forma de discriminación. El feminismo, que tanto sabe de sufrimiento, tendría que ser el primero que levantara la voz contra esta otra forma de maltrato. Porque, o denunciamos los abusos en nombre de la mujer, o estamos convirtiendo una lucha justa en una forma de venganza.