martes, septiembre 27, 2011

El ex defensor del pueblo andaluz destaca que más del 80% de las denuncias por maltrato son falsas


http://www.alertadigital.com/2011/07/25/el-ex-defensor-del-pueblo-andaluz-destaca-que-mas-del-80-de-las-denuncias-por-maltrato-son-falsas/

 


25/7/2011 | Redacción


¿Qué es lo más políticamente incorrecto que se puede decir hoy en España? Que el país está en manos de feministas integristas que manipulan las cifras sobre el maltrato doméstico para obtener más poder. Que con la excusa de la «perspectiva de género» se están violando gravemente los derechos de la mitad masculina de la población. Que, lejos de aspirar a la igualdad, las militantes radicales quieren que las mujeres disfruten al mismo tiempo de las ventajas que les reportan el machismo y el feminismo, sin sufrir sus perjuicios. Todo eso, y mucho más, es lo que denuncia el libro de Diego de los Santos (El Viso del Alcor, Sevilla, 1936) 'Las mujeres que no amaban a los hombres. El régimen feminista en España'.


Y lo hace con cifras. El cirujano, que ocupó numerosos cargos de representación en el Partido Andalucista, asegura, por ejemplo, que en España se producen, desde la entrada en vigor de la Ley de Violencia Doméstica en 2005, unas 140.000 denuncias por malos tratos al año; de ellas, sólo un 16% acaban en condena. Y sin embargo, ni una sola fémina ha sido nunca encarcelada por denuncia falsa.


A esta norma aprobada en 2004 dedica el autor buena parte de sus críticas, porque establece la «discriminación legal» de los varones, impone penas distintas a hombres y mujeres por los mismos hechos y lleva implícita la «presunción de culpabilidad» del sexo masculino. «Casi todo es delito de maltrato si el sujeto activo es un varón -indica-. Un hombre acusado tendrá que demostrar, si puede, su inocencia».


El libro recuerda que el testimonio de una mujer basta para que su pareja o ex pareja sea detenida y se le apliquen «medidas cautelares desproporcionadas», como la orden de alejamiento, la salida inmediata del domicilio familiar, la suspensión del régimen de visitas a los hijos o la inclusión de su nombre en el registro central de maltratadores. «Una vez calificado un varón como 'maltratador' (…) es susceptible de ser imputado por otros delitos de consecuencias mucho más graves, como delitos contra la libertad sexual en el ámbito de la pareja o sobre los menores», recuerda.


Por otro lado, una cuarta parte de las víctimas mortales de la violencia en el seno de la pareja son hombres, a pesar de que este tipo de crímenes solo se contabilizan cuando la autora es la esposa de la víctima, pero no si están separados o si es o ha sido su novia o su pareja de hecho. Si estos delitos también se sumaran, apunta, se demostraría que la violencia doméstica es de doble dirección.


El autor también destaca que el número de varones que se suicidan cuando están inmersos en un proceso de separación o divorcio es diez veces superior al de mujeres asesinadas por sus parejas, un fenómeno que, al menos, merecería un análisis atento de las autoridades.


Cifras exageradas


Pese a que casi 10.000 varones denuncian cada año a sus parejas por malos tratos, afirma, la ley niega la existencia de los hombres maltratados y deja en un segundo plano problemas igual de graves, pero mucho más extendidos, como el maltrato a niños y a ancianos. Por ejemplo, el sevillano hospital de Valme atendió en 2008 a 171 niños maltratados, pero sólo a 14 mujeres.


Para De los Santos, que fue adjunto al Defensor del Pueblo Andaluz durante diez años, las cifras de maltrato en nuestro país están «sobredimensionadas»: la inmensa mayoría de las condenas se producen por insultos, amenazas o peleas sin consecuencias, y sólo un 4% (unos 500 casos al año) por lesiones. Y a pesar de que la criminalidad machista en España es una de las más bajas de Europa, uno de cada diez presos cumple condena por delitos relacionados con la violencia de género. En su opinión, las feministas instaladas en el poder han elevado simples riñas en el seno de la pareja a casos de «terrorismo machista», creando «psicosis» y «alarma mediática».


Por otro lado, la aplicación de la ley no ha alcanzado su supuesto objetivo -erradicar los asesinatos machistas-, al saturar a la Justicia y a los cuerpos policiales.


De los Santos subraya que hasta una tercera parte de los procesos de separación y divorcio en nuestro país se realizan en el marco de esta ley, en juzgados penales especiales. Y cita el testimonio de distintos jueces -y juezas- que han alertado del posible uso fraudulento que las mujeres en proceso de separación y sus abogados pueden hacer de esta norma para obtener ventajas económicas, vengarse o, simplemente, alejar a sus ex cónyuges de sus vidas una vez iniciada una nueva relación sentimental. Casi el 90% de las falsas denuncias de abuso sexual infantil se producen en procesos de separación.


El autor se vale de testimonios de varias mujeres para denunciar el surgimiento de este «neomachismo»: la ex ministra socialista Cristina Alberdi, la politóloga Edurne Uriarte o las magistradas María Pozas y María Sanahuja. El feminismo radical, concluye, es una ideología «conservadora y retrógrada» que «busca mantener los privilegios y eliminar los perjuicios machistas hacia la mujer», y parte de la base de que el sexo femenino es débil y precisa la protección del «supermacho Estado». «El feminismo tiene un discurso antisexista y una praxis sexista. Dice aspirar a la igualdad y a la emancipación, cuando persigue la desigualdad y la tutela cualificada del Estado -argumenta-. El feminismo sólo califica de machistas a los restos del patriarcado que desfavorecen a la mujer (…). A los que la favorecen se les llama ahora 'discriminación positiva'».


Separados


Como ejemplo, la virtual expulsión de los padres separados de la corresponsabilidad familiar: un 95% de las custodias exclusivas se conceden a mujeres, lo que casi siempre lleva aparejado el uso de la vivienda común y el cobro de una pensión de alimentos para los hijos y, a veces, compensatoria para la ex cónyuge… En demasiadas ocasiones, estas medidas arruinan al hombre.


Otro ejemplo es el servicio militar obligatorio, claramente discriminatorio para los varones, que el Tribunal Constitucional legitimó al desestimar los múltiples recursos que se presentaron contra él. Pero las feministas radicales, supuestas adalides de la igualdad, jamás reclamaron que las mujeres fueran a la 'mili'.


A lo largo de los años, subraya, el «régimen feminista» ha creado sus propias instituciones, como los institutos de la mujer, el Ministerio de Igualdad o el Observatorio para la Violencia de Género, así como los múltiples organismos encargados de velar por las cuotas.


También ha intentado crear su propio lenguaje con «perspectiva de género», con ejemplos tan absurdos como la invención de las «miembras» de Bibiana Aído o la declaración del presidente de la Junta, José Antonio Griñán, de que se sentía «contenta» de estar con mujeres socialistas.

viernes, septiembre 16, 2011

Continua la Guerra contra el Juez Serrano

 
Tras un puñado de críticas, los organizadores han retirado un curso sobre la influencia del llamado Síndrome de Alienación Parental (SAP) en las custodias a los hijos que iba a impartir el juez Francisco Serrano, a quien el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha suspendido en sus funciones y el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) va a juzgar por presunta prevaricación en un caso precisamente de custodia.

Entre el 3 y el 5 de octubre, el TSJA sentará en el banquillo a Serrano, que se enfrenta a 20 años de inhabilitación por un presunto delito de prevaricación al cambiar el régimen de visitas de un niño en favor del padre cuando la decisión correspondía al Juzgado de Violencia sobre la Mujer, que era el competente en el divorcio de sus progenitores.

Bajo el título general de La custodia compartida en las separaciones y divorcios: enfoque multidisciplinar, el curso ahora anulado estaba fijado para el 14 y el 15 de septiembre en Lugo y pertenecía al bloque de actividades de la Universidad de Verano 2011, que organiza la Universidad de Santiago de Compostela.

La ponencia de Serrano se titulaba Interferencias en las relaciones paterno y materno filiales en casos de separación y divorcio. Según los colectivos e instituciones que han protestado –entre ellos, la Fundación Mujeres o el Ayuntamiento de Lugo–, el curso avalaba la imposición de la custodia compartida aun con conflicto grave entre los padres y la conferencia de Serrano en particular defendía la existencia del SAP.
Para su creador, Richard Gardner, ese síndrome supone un desorden mental que hace que un niño denigre o insulte de forma permanente y sin justificación a uno de sus progenitores, supuestamente motivado por el otro. Pero 26 años después de ser descrito por Gardner –que dijo que «la pedofilia mejora la supervivencia humana sirviendo a propósitos procreativos», o que «la sociedad es exageradamente punitiva y moralista ante los encuentros sexuales entre adulto y niño»–, tal síndrome no está reconocido por la Ciencia.
Ni la OMS, ni la Asociación Americana de Psiquiatría, ni la Asociación Española de Neuropsiquatría avalan el SAP, al que consideran una creencia subjetiva no sustentada en evidencias científicas. Ese llamado síndrome sigue sin ser incluido en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM en sus siglas en inglés), que elabora la Asociación Psiquiátrica de EEUU, ni en la Clasificación Internacional de las Enfermedades (CIE), las dos guías de referencia mundial para los profesionales. En 2008, un informe del CGPJ rechazaba el uso de ese síndrome «por su ausencia de aceptación en la comunidad científica».

Hace varias semanas, la previsión de una defensa de las teorías del SAP desde una universidad pública provocó la reacción de algunos grupos. «No estamos contra la custodia compartida, válida siempre que no exista un conflicto grave entre los padres. Lo que no comprendemos es que se utilice la universidad pública para divulgar el SAP bajo el nombre de 'interferencia parental'», dice Aurora Antúnez, presidenta de la Asociación Enriqueta Otero, que en julio recogió firmas para pedir que el curso no se impartiera bajo el aval del campus público gallego.

Entre las entidades colaboradoras y patrocinadoras del curso aparecían el Colegio de Abogados de Lugo, la Xunta de Galicia y la Diputación de Lugo. Y, a través de un logotipo, el Ayuntamiento de Lugo. Sin embargo, algunas de esas instituciones se desmarcaron. La concejala de Mujer del Consistorio lucense, la socialista Carmen Basadre, pidió a la Universidad que retirara el logo porque los organizadores no habían pedido permiso al Ayuntamiento. «No estamos de acuerdo con la imposición judicial de la custodia compartida, porque esa figura ya existe cuando hay acuerdo entre los padres y es el juez el que decide en cada caso», dicen fuentes del Concello de Lugo.

Según el Ayuntamiento, la Universidad pidió disculpas y retiró el logotipo. Y no sólo eso. Desde hace unos días, la web de la Universidad de Santiago informa de que el curso ha sido suspendido «a petición de los organizadores». Este periódico intentó ponerse en contacto, sin éxito, con el director del curso.

http://www.ministeriodeequilibrio.com/viewtopic.php?p=33961#p33961
https://www.udc.es/arquivos/sites/udc/comunicacion/novas/2011/09/resumo_prensa_espanola_20110911_html_prensaxespaxolax11_9.pdf



jueves, septiembre 08, 2011

Papá en lucha

 
(A todos los padres que luchan por sus hijos)

Padre que estás sufriendo por amor a tus hijos: ¡¡Lucha!!

Yo te entiendo mejor que nadie, entiendo tu desaliento, tu desesperanza, tu soledad, tu hastío, pero te pido que luches.

Te pido que no abandones. Lucha. Lucha. Lucha.

Cuando con buena intención te digan los demás que abandones, que te vas a destrozar, que la tuya, la mía, la nuestra, es una causa perdida, que la incomprensión te va a destruir, que te olvides de todo e inicies una vida nueva, te pido que luches.

Cuando te digan que tengas paciencia que te acostumbres a la injusticia, te pido que luches.

Cuando te propongan resignación Lucha, lucha, lucha.

Cuando te cruces por la calle con un niño de la edad de tu hijo, con una niña de la edad de tu hija, y en cualquier niño reconozcas a tu hijo y en cualquier niña reconozcas a tu hija comprendo que aprietes los dientes, comprendo que frunzas el ceño para no ceder ante las lágrimas, pero te pido que luches.

Cuando despiertes entre sollozos soñando que tus hijos te piden verte y tú no sabes, para no hacerles daño, cómo explicarles la verdad, cómo decirles que el egoísmo y la irracionalidad os separan, te pido que luches, que no claudiques.

Cuando te sientas pequeño, minúsculo, ante el gigante y viscoso muro negro de la indiferencia oficial, de la gris burocracia, Lucha, lucha, lucha.

Cuando compruebes amargamente que te mintieron, que te engañaron al hablarte de igualdad ante la ley, de la presunción de inocencia, y sufras la humillación de estar siempre bajo sospecha, de tener que probar continuamente tu inocencia ante los prejuicios, las mentiras, las injurias y las calumnias,

Te vuelvo a pedir que luches, Te pido que levantes la cabeza altivo y luches, que defiendas la dignidad de tu paternidad, porque defendiéndola defiendes a tus hijos. Te pido que pienses para tu lucha, Te pido que trabajes para tu lucha.

Lucha de pie, Lucha arrodillado, Lucha gritando, exigiendo, rogando, suplicando. Lucha. Lucha. Lucha.

Defiende tu dignidad de padre. Un día, cada vez más cercano, tus hijos sabrán reconocer tu esfuerzo y te devolverán con amor los jirones de tu alma rota que has ido dejando por los caminos de la injusticia. Lucha, lucha, lucha.

Porque tú eres el único que va a defender el derecho de tus hijos a tenerte. Eres el único defensor de su derecho.

Tus hijos se merecen un padre como tú, Tú siempre serás su padre. Tú eres único para ellos, debes luchar para que nadie los deje sin ti. Debes luchar, sin desánimo, hasta tu último aliento, hasta la última lágrima, para que tus hijos no pasen nunca por donde tú estás pasando.

Para que ellos nunca sufran lo que tú estás sufriendo. Para que tus hijos nunca penen, lo que tú estás penando, por el único delito de amarlos tanto.

Julio Bronchal Cambra