lunes, noviembre 03, 2008

80.000 maltratadores han sido condenados en los tres años de aplicación de la ley,

 

Aristóteles (384 AC-322 AC) Filósofo griego dijo: El único Estado estable es aquel en que todos los ciudadanos son iguales ante la ley"



   

80.000 maltratadores han sido condenados en los tres años de aplicación de la ley

http://www.lexfamily.es/revista.php?codigo=488

Las denuncias presentadas por las mujeres que sufren malos tratos por parte de sus maridos, parejas o ex parejas siguen aumentando, y también las condenas, según el Observatorio de la Violencia de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). En los tres años de aplicación de la ley integral contra la violencia machista, 78.594 personas fueron condenadas por maltratar a sus parejas. Además, a lo largo de 2007 se presentaron ante los Juzgados de Violencia sobre la Mujer 126.293 denuncias, esto es, 54,5 denuncias por cada 10.000 mujeres, cifra que se prevé sea mayor este año, pues en el primer semestre de 2008 se registraron más de 71.000 denuncias por maltrato.

La presidenta del Observatorio de la Violencia de Género, Inmaculada Moltalbán, ha presentado hoy el balance judicial de la aplicación de la ley integral.

En los tres años de aplicación de la norma se solicitaron ante los Juzgados de Violencia sobre la Mujer 112.081 órdenes de protección, de las que se acordaron 83.968, un 75% de las solicitadas. Estos datos revelan, según Montalbán, que se "ha mejorado la respuesta del sistema de justicia penal. La especialización de los órganos judiciales y de las fiscalías ha permitido una respuesta judicial más eficaz, rápida y una mejor coordinación institucional".

El porcentaje de mujeres extranjeras que solicitan órdenes de protección se ha incrementado también en tres años. Así, mientras que en el tercer trimestre de 2005 un 30% de las solicitantes eran extranjeras, en el segundo trimestre de 2008 lo fueron el 36,9%. En cuanto a la nacionalidad de los imputados, en el tercer trimestre de 2005el 30,2% eran extranjeros y en el segundo trimestre de 2008 lo fueron el 35,5%.

Siete de cada diez víctimas mortales no denunciaron

Montalbán ha explicado que algunos juzgados que se ocupan de casos de violencia de género, pero no de forma exclusiva, "tienen dificultades para dar respuestas judiciales por sobrecarga de trabajo", y ha apuntado la posibilidad de que se implanten servicios de guardia en los Juzgados de Violencia sobre la Mujer de las grandes ciudades "hasta las nueve de la noche".

La presidenta del Observatorio ha subrayado que "debemos perfeccionar los mecanismos de protección de las víctimas y asegurar la efectividad de las órdenes de alejamiento, tanto a través de informes técnicos de valoración del riesgo como con los mecanismos electrónicos de vigilancia de los presuntos agresores y de los condenados". Montalbán ha concluido que la ley integral es un buen "instrumento", pero ha recordado que 7 de cada 10 mujeres muertas no habían presentado denuncia contra su pareja, por lo que ha instado a todas las mujeres víctimas del maltrato a denunciar.

Maltrato y grosería

JAVIER MARÍAS . EL PAIS SEMANAL

Cuando escribo estas líneas, son ya sesenta y una las mujeres muertas por sus maridos o parejas, o por quienes lo fueron, o por quienes aspiraban a convertirse en tales y se vieron rechazados. Nadie acaba de explicarse por qué no sirven de nada, en lo referente a este cómputo siniestro, el endurecimiento de las leyes ni las medidas protectoras ni los aleccionamientos que se sueltan desde la prensa y las televisiones. A mí, sin embargo, no me extraña mucho que en España nada de eso haga mella, y que toda tentativa de hacer menguar el número de esos crímenes resulte más bien inútil, porque lo que no se combate es la grosería general de la gente, que de hecho va en aumento, y que es lo que propicia y alienta los comportamientos violentos. El maltrato a las mujeres no se debe ni puede tomar como algo aislado, sino que es también consecuencia del ambiente general reinante.

Todo es paulatino, pero sin duda habrán observado -los de cierta edad, me refiero- un cambio antinatural en nuestras costumbres. Siempre ha habido personas groseras, abusivas, incivilizadas, avasalladoras, ruidosas, chulas, egoístas y desconsideradas, que han ido por el mundo como si sólo existieran ellas. Pero a estas personas, tradicionalmente, se les afeaba la conducta de manera espontánea. A los que cantaban o daban voces energuménicas a las tres de la madrugada se les chistaba; al que tiraba una botella o una bolsa al suelo teniendo cerca una papelera, se le llamaba la atención; al vecino escandaloso se le protestaba; se le paraban los pies a la señora que en una cola se saltaba el turno; al que cometía una infracción con el coche y ponía a otros en peligro, se le señalaba y tal vez se lo abroncaba; no digamos al automovilista que plantaba su vehículo en medio de una calle de carril único y se bajaba a sus recados ocasionando un monumental atasco; a los infrahumanos que se dedicaban a volcar contenedores de basura o a destrozar cajeros y bancos, se los miraba con reprobación como mínimo; incluso se reprochaba a un gañán joven que no cediera su asiento en el autobús a un anciano o a una embarazada. Había unas normas de cortesía -más aún: de educación- que con frecuencia se incumplían, pero se hacía ver al incívico que las estaba quebrando, y por eso seguían siendo normas.

Esas normas han saltado por los aires y ya no funcionan como tales, lo cual es el enésimo paso para su sustitución por otras salvajes, hacia las que nos encaminamos o quizá ya hemos llegado. Hoy nadie se atreve a lo que antes era habitual, es decir, a afearle a nadie una conducta. Ya pueden pasarse la noche chillando unos botelloneros, que no habrá un solo vecino insomne que ose abrir la ventana y gritarles que ya está bien y que no hay quien duerma, porque puede recibir botellazos y pedradas. A lo sumo esos vecinos tendrán el "arrojo" de llamar a los municipales, sabedores de que éstos se quedarán cruzados de brazos. Si alguien bloquea con su coche la calle, los que vayan detrás se aguantarán pacientemente y ninguno le rechistará al muy bestia cuando reaparezca, porque se arriesgan a que éste les dé con un martillo en la cabeza, por meticones. Si alguien recrimina a unos descerebrados la destrucción gratuita de algo, es probable que se lleve una paliza o que le metan una cuchillada. Los padres a quienes sus hijos adolescentes sacuden -más bien madres, claro-, se entristecen y se callan. Estas reacciones violentas por parte de quienes no se comportan con respeto han achantado a la población, que agacha la cabeza y se fastidia. Nadie dice nada y todos miran hacia otro lado. Yo mismo dudé hace unos días: un empleado municipal de limpieza (!) estaba meando contra un arco de la Plaza Mayor de Madrid, uno de los lugares más visitados de la ciudad y que, lejos de relucir, está siempre hecho una porquería y convertido en favela, feria y basurero al mismo tiempo. Pero por fin no pude contenerme: "¿Qué, ensuciando para limpiar más luego?", le dije al pasar. Creo que me salvé de una agresión porque el tipo estaba a media faena y no debía de apetecerle una mictio interrupta, pero me llevé un par de insultos leves en lugar de una disculpa. Si al menos el funcionario hubiera contestado, como podía haber ocurrido antaño, "Es que no podía más, usted comprenda" ... Pero eso sólo era posible cuando se tenía conciencia de quebrantar una norma. Ahora el que peor se porta es el que se carga de razón -es un decir- y se pone farruco, y no tolera ni la desaprobación de sus groserías y gamberradas. Demasiada gente tiene interiorizada esta idea: "Hago lo que me da la gana y además tengo derecho". Los policías de este país padecen en general el mismo acobardamiento que los ciudadanos particulares: prefieren cruzarse de acera y no meterse en líos, aunque se les pague (mal) para lo contrario. No sirven de casi nada, en lo cotidiano.

En un lugar que cada vez más fomenta el amedrentamiento y beneficia al fuerte (bueno, otro decir, cualquier chincharelo te saca hoy una navaja y te pincha el intestino), no es nada raro que el mismo cabestro que vocifera, petardea con su moto, conduce como un matón o va por la calle a empellones sin que nunca se le diga nada, le dé una tunda a su mujer o a su ex-novia, que será siempre más débil. Que se desengañen las autoridades, empezando por Zapatero, tan justamente preocupado por el asesinato masivo de mujeres: nada mejorará en este capítulo mientras las normas básicas de convivencia permanezcan abolidas

Los juzgados de guardia para maltratadas se retrasan 2 meses

JESUS G. ALBALAT BARCELONA. El Mundo.es. Los juzgados de guardia de violencia doméstica que estaba previsto que empezaran a funcionar hoy en Barcelona, Madrid y Sevilla no verán la luz hasta enero del 2009. El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha promulgado una moratoria para retrasar la puesta en marcha de este servicio que, entre otras cosas, facilitará las denuncias y un mejor seguimiento desde el primer día de los casos de violencia sexista. ¿Cuál es el motivo del retraso? A pesar de que estos juzgados se crearon formalmente el pasado 17 de julio, el Gobierno central no ha puesto los medios ni la organización para que se hicieran realidad. Eso sí, el Ministerio de Justicia aseguró ayer que han sido los jueces los que han pedido el aplazamiento, mientras que los magistrados cargan las culpas en el departamento que dirige Mariano Fernández Bermejo.

DICTAMEN REVELADOR Reproches aparte, lo cierto es que Barcelona, Madrid y Sevilla no tendrán por ahora un juzgado de guardia de violencia sexista, tal y como quedó reflejado en la orden publicada ayer en el BOE. El dictamen de la comisión de modernización del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) recoge la petición de los jueces madrileños para que se crearan dos juzgados de guardia de esa especialidad en su demarcación, además de las sugerencias de los sindicatos de funcionarios. En cuanto a la demora de su puesta en marcha, el Observatorio de Violencia Doméstica, dependiente del CGPJ, estimó necesario el aplazamiento "porque aún no está determinada la plantilla ni fijada la retribución de los jueces". Pero la petición formal provino del Ministerio de Justicia, y más concretamente del director general de Relaciones con la Administración de Justicia.

No hay comentarios: