En 2007, se casaron 203.000 parejas frente a las 137.000 que pusieron punto y final a su convivencia | La mayoría se divorciaron en menos de cinco meses tras pasar los últimos 15 años de su vida juntos | Algunos expertos piensan que la crisis hará bajar los divorcios
- D. Casado / E. Montañés
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EFE Madrid
2007 fue un año de cambio. Se siguieron casando más parejas de las que decidieron acabar con su convivencia (hubo 203.697 bodas frente a 137.510 rupturas matrimoniales), pero el dato que rompe la tendencia al alza que se venía observando en la última década es el de que esas disoluciones del matrimonio cayeron casi un 6% en 2007 respecto a 2006.
La mayoría de esas rupturas se tradujeron en divorcios que no tardaron ni cinco meses en hacerse realidad. Esa opción de divorcio exprés fue la más demandada por las parejas que pusieron punto y final a su matrimonio (a la que se acogieron el 91,5% de las parejas rotas), por lo que las separaciones disminuyeron notablemente en 2007 respecto al año anterior. Exactamente, cayeron 38 puntos porcentuales; mientras que los divorcios también computaron un 0,9% menos de los que se produjeron en 2006, el primer año de la aplicación de la nueva ley del divorcio exprés.
A pesar de que los primeros datos apuntaban a que las solicitudes de divorcio estaban creciendo en los primeros nueve meses del año, el balance final que ha hecho público hoy el Instituto Nacional de Estadística (INE) habla de la caída de las rupturas por primera vez desde 1998.
Algunos expertos apuntan que estos eventuales descensos pueden estar motivados por la crisis económica. "Quién se queda con la casa, los hijos, tener que pagar una pensión a la pareja... puede hacérselo pensar a más de uno", explica Josune Aguinaga, socióloga del departamento de Tendencias Sociales de la UNED.
No obstante, Aguinaga apuesta por que el número de separaciones seguirá creciendo en el futuro, hasta incluso llegar a superar al de matrimonios (203.697 el año pasado), como ya sucede en algunos lugares de Europa. "En España somos muy extremos en los cambios y es probable que en el futuro las rupturas aumenten aún más que en otros países", apunta.
Más de 15 años de convivencia
Sin embargo, los datos de la Estadística de Nulidades, Separaciones y Divorcios de 2007 del INE dan un respiro a esa tendencia creciente. La mayoría de los divorcios -125.777, concretamente- se produjeron por mutuo acuerdo de los cónyuges, que habían convivido 15,6 años de media. Los integrantes de la pareja tenían, por tanto, entre 40 y 49 años, aunque el promedio de edad es mayor en el caso de los hombres (43,8 años) que en el de ellas (41,2 años de media). En el caso de las 11.583 parejas que se separaron, pero no tramitaron el divorcio, habían convivido los últimos 19,4 años, por término medio.
El INE también contabilizó las 59 parejas de homosexuales que contrajeron matrimonio merced a la ley aprobada por el Gobierno socialsita en la anterior legislatura, y para los que se acabó el amor durante el año 2007. De ellas, 42 fueron matrimonios entre dos varones y 17 entre mujeres lesbianas.
Lo peor de estas rupturas fue que sus consecuencias no sólo las sufren los cónyuges, sino sus hijos menores de edad, presentes en el 52% de los casos. Casi un tercio de esas parejas disueltas sólo tenían un hijo. Tras el divorcio, el Instituto Nacional de Estadística refleja cómo se siguen cumpliendo algunos tópicos en la realidad: el 89,2% de los padres tuvo que hacer frente a una pensión alimenticia para sus vástagos; mientras que la custodia fue a parar en más de ocho de cada diez casos del lado de la madre.
La estadística del INE sí hace hincapié en lo ágil que resulta a día de hoy el proceso de divorcio. En menos de seis meses se resolvieron siete de cada diez procesos y haciendo el promedio general, resulta que en 4,7 meses las parejas ya se han dado el adiós definitivo.
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