lunes, enero 04, 2010

El colectivo feminazi y sus protestas.

 

Las asociaciones ultrafeministas han tardado más de lo normal en ejercer presión sobre el juez Serrano y su carrera.

 

http://www.diariodecadiz.es/article/sociedad/593135/colectivos/feministas/piden/la/expulsion/juez/familia/serrano.html

 

 

Fueron mucho más rápidas cuando arremetieron contra Doña María Sanahuja o Tatiana Torrejón, autora de un informe del CES del año 2008 en el que se reconocía la existencia de casos en los que se utilizaba de un modo fraudulento la Ley Integral. Con María Sanahuja no tuvieron suerte, pero si lograron prohibir la difusión del mencionado informe del CES.

 

Es como poco sintomático el que no saltasen a la palestra cuando  Mª Emilia Casas Bahamonde, presidenta del Tribunal Constitucional, ofreció ayuda legal a la presunta inductora del asesinato de Salgado Pimentel, su ex esposa, Mª Dolores Martín Pozo, que fue tiroteado por sicarios tras varios intentos fallidos de acabar con su vida. La presidenta del Tribunal Constitucional recomendó a Mª Dolores Martín Pozo que acudiese a otras dos abogadas de la asociación feminista Themis, asociación que se ha sumado reiteradamente a las mencionadas demandas contra María Sanahuja, Tatiana Torrejón y el juez Serrano, y le ofreció que la llamase a ella en persona en caso de que llegase a apelar hasta el Tribunal Constitucional. Todos estos hechos  pudieron conocerse gracias a que la policía tenía intervenido el teléfono de la presunta inductora del asesinato. Por estos hechos  Mª Emilia Casas Bahamonde, desobedeció  el artículo 389 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que prohíbe expresamente el que un juez o magistrado de cualquier tipo de asesoramiento jurídico, sea o no retribuido. En caso de que un juez así lo haga el hecho se considera como una falta muy grave, en base al artículo 417.6 de la Ley Orgánica del Poder Judicial. Pero aquí no pidieron ninguna dimisión, pasaron por alto el asunto, lo mismo que curiosamente hizo el propio Tribunal Constitucional que mantuvo a María Emilia Casas Bahamonde en su puesto de presidenta.

 

Links donde se explica este caso con más detalle:

 

http://lacomunidad.elpais.com/custodiacompartida/2008/6/9/todo-peligro-con-toga


http://www.elmundo.es/papel/2008/06/06/ ... 12804.html

http://www.abc.es/hemeroteca/historico- ... 23276.html

http://www.elpais.com/articulo/espana/f ... ac_11/Tes/

http://www.legaltoday.com/index.php/act ... ere-el-pez

 

Tampoco protestaron por su "ideología personal" cuando el Sr. Zapatero se autoproclamó en una entrevista concedida al New York Times al comienzo de su primera legislatura como feminista radical, ni pidieron su dimisión por la marcada tendenciosidad que caracteriza a los radicales de cualquier signo.

 

http://www.projusticia.es/ley%20integra ... igital.htm

 

Ante estos hechos es evidente que en vez de justicia lo que estas asociaciones feministas persiguen es mantenernos en la ignorancia más absoluta de cualquier argumento bien fundamentado que demuestre los errores de sus tesis, de la misma forma que en una secta destructiva se impide por todos los medios el que los adeptos tengan contacto con cualquier idea procedente del exterior, para salvaguardar los dogmas inculcados, y cuanto más contraria a la realidad es la doctrina, más cerrada se vuelve, por pura supervivencia, ante los planteamientos que tratan de corregirla.

 

Añadir que aquí también se da un ejercicio de amedrentamiento colectivo. Los casos anteriores sirven como un aviso para navegantes, favoreciendo que nadie se atreva a seguir su ejemplo. Han tardado en contestar, pero al final lo han hecho, ejerciendo represión. Y es que la represión, junto con la mentira, es una de las pocas formas en las que cualquier totalitarismo puede defender sus posturas.

 

Por lo demás la parcialidad, la apelación al escándalo y la incoherencia son las bases de sus críticas. Es bueno que estas Asociaciones Feministas que han sido presentadas como ejemplo de la lucha por la igualdad y premiadas con subvenciones millonarias y varios galardones por nuestro Gobierno, expongan sin pelos en la lengua lo que piensan, para que  conozcamos de primera mano tanto su fanatismo como el escaso valor intelectual de sus análisis. Si desean presionar en contra de quien hace uso de la libertad de expresión este es sin duda el camino. Pero si deseaban conservar el escaso barniz de credibilidad y coherencia que aún podía suponérseles mejor que no hubiesen dicho nada. Afirmaciones no corroboradas, extremistas y sin fundamento como: «todas esas ideas son repetición de lo que dicen los grupos de maltratadores y se convierten en altavoces de los que agreden» intentando satanizar al juez Serrano, a pesar de los muchos reconocimientos que tiene en su haber entre otras razones por actuar en defensa de las mujeres maltratadas,

 

http://www.elmundo.es/suplementos/cronica/2009/738/1260784498.html

 

 

 o  "el juez está ejerciendo un maltrato institucional y psicológico" y  «es como si una persona que defiende las acciones de ETA, juzgara a personas de ETA» cuando lo único que está haciendo el juez Serrano es ejercer su derecho a la libertad de expresión y cumplir con su labor básica de juez al defender los derechos de todos y todas, señalando los peligros que se derivan de la aplicación de una ley nacida del feminismo de género, es decir, fuertemente ideológica desde su concepción,  como es la Ley Integral, y la última de todas, una sentencia tomada precisamente de boca de una jurista, integrante de la asociación Themis, defendiendo que si algunos procesos por supuestos malostratos acaban en absolución o se archivan, no es porque las denuncias hayan sido falsas, «sino por la dificultad, en ocasiones, de probar el maltrato» eludiendo totalmente el principio básico en un estado de derecho que es la presunción de inocencia e instaurando para todos los hombres cuyas denuncias de supuestos malostratos hayan sido rechazadas el principio de presunción de culpabilidad para el resto de su vida, son soflamas nacidas de las cabezas visibles de estas asociaciones feministas que las descalifican de un modo definitivo, quizás no delante de los partidos mayoritarios, pacientes aliados del sexismo hembrista  y tolerantes con todos sus abusos a cambio de aumentar su número de votos, pero si delante de la mayor parte de la ciudadanía.

 

 

Sin embargo,  al margen de su falta de rigor no olvidemos que tienen una gran cercanía con el poder. Así, aunque su demanda sea injusta, el CGPJ podría darles la razón. Para evitar un nuevo atropello a nuestras libertades básicas, ejercido por grupos de presión casi completamente insensibles a cualquier valor diferente del desarrollo de sus particulares agendas, debemos apoyar en todo lo posible al juez Serrano, demostrando que no permanecemos pasivos frente a los abusos de poder. Porque la igualdad,  la libertad de expresión y  los valores fundamentales de una sociedad plural y democrática,  pueden ser conculcados en cualquier momento si bajamos la guardia frente a grupos egoístas  y fuertemente organizados que saben muy bien como seducir a los partidos políticos, aprovechando su insaciable y poco reflexivo apetito electoral y su oportunista concepción de lo "políticamente correcto".

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