"El posmachismo nace del temor de que el cambio de roles conduzca a una modificación del estatus de los hombres". Miguel Lorente, delegado del Gobierno para la Violencia de Género hace esta afirmación en Los nuevos hombres nuevos (Destino), un ensayo que acaba de llegar a las librerías y en el que el experto analiza los obstáculos que aún impiden alcanzar la igualdad.
Lorente, quien repasa las raíces del machismo y su pervivencia en el tiempo, sostiene que existe un posmachismo que ha generado nuevos mitos sobre las mujeres. Entre estos, cita el síndrome de alienación parental (SAP) o la defensa de la obligatoriedad de la custodia compartida. Para el experto, estos argumentos surgen de una reacción del patriarcado que reivindica un igualitarismo que no igualdad para "presentarse como víctima o hacer referencia a situaciones de discriminación o a las dificultades para desarrollarse como padres".
Cambios sólo aparentes
La célebre frase "cambiar para que todo siga igual" extraída de El Gatopardo sirve a Lorente para explicar que la transformación de los hombres es más aparente que profunda. Para ello, describe cómo se transforma la desigualdad hacia las mujeres a partir de los años setenta: "Hasta entonces habían sido un anexo al hombre, pero a finales del siglo XX, logran una autonomía que comienza por el control de la concepción y el divorcio. Ello hace que se desvinculen de los roles tradicionales de la maternidad y el matrimonio".
Es en ese momento, según describe Lorente en su libro, cuando surge el posmachismo. "Si las mujeres no ocupaban su rol esencial de esposas y madres, la identidad masculina sobre las funciones de esposo y padre se desmoronaba", argumenta. Y el experto en violencia de género explica que este derrumbe se debe tanto al temor del hombre al "rechazo como a las consecuencias de un pacto más igualitario en la distribución de los papeles dentro de la relación".
Violencia machista
"La violencia de género está viva, siempre lo ha estado para conseguir el control necesario con el que mantener el orden establecido, y permanecerá viva mientras perdure el flujo de nutrientes de la desigualdad", destaca Lorente.
Pese a la violencia y a la discriminación, el delegado del Gobierno es optimista. En el camino hacia la igualdad, Lorente cree imprescindible implicar a los hombres: "Han tenido la voz a lo largo de la historia, ahora no pueden permanecer callados cuando se habla de igualdad, tienen mucho que decir sobre los que han callado, y mucho que callar sobre los que han vociferado".
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